Sierra Nevada ofrece tantos rincones, que conocerlos todos es prácticamente imposible. A pesar de llevar toda la vida rodando por las cimas, siempre quedan algunos tres miles que no había pisado, y este sábado El Caballo fue domado bajos mis zapas de trail.
El sábado salí de entreno desde Cumbres Verdes hasta El Caballo y bajada a Dúrcal, para volver en el bus hasta Granada. Ciertamente el trazado fue duro, bastante duro, con subidas y bajadas constantes, hasta llegar a la gran subida desde el mirador que circunda toda su base, 42 kms de nada, con prácticamente 3.700 m. de D+.
La ruta empezaba no muy temprano, a las 10 de la mañana, más bien era bastante tarde, pero que más da, el tema es entrenar, hacer un buen rato de horas y de kilómetros.
La ruta empieza en las mismas Cumbres Verdes, recortando por el cortijo de El Hervidero y Canal de la Espartera, inmediatamente el sendero desciende en dirección al río Dilar, hasta llegar a la toma del Canal, donde hacemos nuestra primera parada. Cruzo el río por dos árboles caídos en el cauce, uno me sirve de apoyo para los pies, y otro para las manos, cruzándolo con mucho cuidado, pues prácticamente el agua me baña los pies.
Inmediatamente se nos viene encima un sendero bastante empinado que nos llevará hasta el Collado del Pino, allí rodeamos por completo Los Alayos, y vemos en todo su apogeo el Pico del Corazón de la Sandía.
Desde allí continuamos el sendero que nos lleva dirección Nigüelas. Tras una larga subida y bajada llegamos al río Durcal donde cruzamos por un bonito puente, y rodamos mucha parte por el GR-240 del Sulayr.
Hacemos el descenso del sendero en dirección a Dúrcal si bien me desvío por un sendero que me lleva hasta unos cortijos de montaña. Estamos en torno a los 2.000 m.
Seguidamente otra fuerte subida nos coloca en el mirador del Caballo, donde ya solo queda subir, subir y subir. El ascenso es sencillo y no tiene dificultad, si bien la altitud, los kms y el calor nos empieza a hacer mella. Inicio el ascenso en torno a las 3 de la tarde, y en hora y media estaré arriba, si bien llego completamente agotado. Descanso un poco, bebo agua y conforme inicio el descenso voy recuperando las fuerzas y el ritmo, pues ha sido duro.
No me ha dado prácticamente tiempo a nada, pero si no bajo pronto puedo perder el bus, y me tiro tumba abierta dirección a Dúrcal.
El descenso es cómodo, no tiene mayor problema si bien hay que ir con cuidado para no saltarnos ningún sendero, en esta ruta el GPS nos hace de gran ayuda y nos marca la bajada, que había previsto dos días antes a través de algunas rutas de wikiloc, (¡¡que gran página!!).
La parte final se produce por un sendero con fuerte descenso, serpenteante, largo, lleno de graba, piedras sueltas, y técnico, muy técnico. Termina en una ancha rambla, llena de grava muy fina y todavía nos pueden faltar 5 kms hasta Dúrcal, donde llego tras casi 8 horas. Las zapas llenas de chinas, empolvadas, y bastante sucio llego a Dúrcal, donde me están esperando 3 coca-colas y un fuerte piquislabis que me busco en un bar de la Plaza del pueblo, para reponer, que falta bien me hace. El agua me llegó justa y la comida también, con lo cual es muy justo reponer.
Este entreno no ha sido a un gran ritmo, si bien tengo grandes y sobre todo buenas sensaciones. Esas sensaciones que se tienen cuando se hace un entreno de calidad, justo esas sensaciones.
El Caballo ha sido domado bajo mis zapas de trail, zapas un poco desgastadas, pero que han servido para llegar hasta toda la grupa del Caballo.
Track de la ruta.
Como detalle botánico, me gustaría resaltar que el camino esta lleno de Bolina en flor, es una planta realmente bella,
que tan solo florece en torno a los 1.400 m. hasta los 1.800 m, su flor podría casi confundirse con un Edelweis suizo, pues tienen un alto parecido. La Bolina tiene un tallo un poco mayor y su color amarillo es mucho más intenso.
Esta que en Sierra Nevada se llama Bolina, es la famosa Genista de la que Serrat habla en su canción "Mediterráneo".
Canción "Mediterráneo" de Joan Manuel Serrat
